Todo parece indicar que la realidad inmersiva del metaverso ha llegado para quedarse. En ella, mundos virtuales en tres dimensiones recrean situaciones de todo tipo para el disfrute o provecho de sus usuarios. Algo que se consigue con la combinación de dos tecnologías rompedoras: la realidad aumentada y la realidad virtual.
Del metaverso se viene hablando desde los años 90, pero no ha sido hasta hace unos meses que su existencia ha comenzado a atraer realmente nuestro interés. Y el responsable es, nada más y nada menos, que Mark Zuckerberg, el creador de Facebook.
El metaverso, una nueva ‘realidad’
Desde que Zuckerberg compartiera en público su apuesta en firme por este nuevo mundo virtual, el metaverso ha crecido exponencialmente. Muchas empresas han comenzado a invertir en esta oportunidad de negocio, cuya cifra en la actualidad ronda los 500.000 millones de dólares.
Al contrario de lo que muchos pueden pensar, el metaverso no solo está ligado al ocio y a los videojuegos: áreas como la social, la laboral, la educativa o la empresarial ya se están acercando a él, por sus innegables beneficios. Entre ellos, destaca el hecho de poder realizar análisis exhaustivos de grandes cantidades de información, las posibilidades que brinda en el contexto del teletrabajo y de los viajes y todos los puestos de trabajo que parece que va a crear.
Sin embargo, son también numerosos sus riesgos, especialmente en el ámbito de la ciberseguridad y la protección de datos personales.
¿Qué problemas podría ocasionar la tecnología del metaverso?
Los riesgos son tan altos, que una de las principales auditoras de nuestro país, KPMG, ha decidido implicarse y ha publicado este año un informe al respecto, titulado ‘Consideraciones de ciberseguridad para el metaverso’. En él, se desgranan los que consideran los 4 principales riesgos derivados del avance del metaverso:
La suplantación de la identidad
Esta es una de las principales técnicas que los ciberdelincuentes utilizan para robar los datos de los usuarios. Por eso, una adecuada y segura verificación de la identidad se erige como la mejor forma de evitar estos fraudes. Algunos ejemplos que permitirán garantizar esa verificación son las autenticaciones en dos o más pasos.
La interoperabilidad
Que los usuarios puedan trasladar sus activos a otros entornos es una demanda generalizada, pero requiere un arduo trabajo para garantizar la seguridad y el control de esos protocolos.
Las apropiaciones indebidas de cuentas
Resulta relativamente sencillo para los piratas informáticos acceder a los datos personales y credenciales de acceso de los usuarios, también en el metaverso. Detectar las conexiones fraudulentas se vuelve imprescindible para que no se produzca esa apropiación que muy seguramente terminará, de no evitarse, en el robo de activos.
El uso indebido de los datos
Ya lo hemos visto en otras nuevas tecnologías, como es el caso de ChatGPT. Todas estas innovaciones son muy susceptibles de caer en errores en materia de protección de datos, ya que no se conoce y no es muy transparente el modo en que recopilan la información de los usuarios.
Por este motivo, resulta necesario que los responsables vigilen y supervisen de qué manera se produce el acceso a los datos y cómo tiene lugar su tratamiento. Entre otros aspectos, la privacidad, el deber de información y el consentimiento expreso son principios insalvables.
Como siempre, desde APDTIC animamos a todos los usuarios a hacer un buen uso de las nuevas tecnologías para aprovechar sus muchas ventajas, atendiendo siempre a la adecuada protección de sus datos personales. En el mundo digital, la privacidad continúa siendo sumamente importante.